Brainstorming
La tormenta de ideas o Brainstorming es una de las
herramientas más conocidas y utilizadas por las organizaciones en la generación
de ideas creativas en sus procesos innovadores. Fue desarrollada por Osborne en
1963, reconocido experto en publicidad. El Brainstorming requiere de la
conformación de equipos de trabajo de entre 6 y 10 personas con perfiles
diversos para evitar la convergencia y focalización durante la ejecución del
proceso. El propósito es que los participantes generen el mayor número posible
de ideas en un periodo de tiempo corto, entre 30 y 45 minutos. Para lograr una
mayor efectividad se deben establecer al menos tres roles, a saber: un monitor
que coordina las acciones y actividades del equipo, un relator que toma nota de
las ideas expuestas y los demás integrantes que generan las ideas
Una vez generadas y listadas, se procede al estudio de las
ideas. Todas las ideas son evaluadas y analizadas para establecer el potencial
de cada una. Este proceso debe estructurarse se modo que se definan los criterios
de análisis de las ideas, y se establezcan las pautas que se utilizaran para el
estudio, apreciación y valoración de las ideas producidas. Mediante un proceso
de análisis, se examinan las bondades y potencialidades de cada idea para
seleccionar las más relevantes, pertinentes y significativas en la solución del
problema o dificultad abordada. Para la realización del proceso de análisis se
sugiere aplicar técnicas complementarias como preguntas divergentes y matrices de
clasificación para las ideas estudiadas. Finalmente, se organizan las ideas de
acuerdo con su importancia y relevancia, según los criterios establecidos, para
seleccionar las ideas con mayor potencial
Una vez elegidas las ideas más relevantes y significativas
como opciones para la solución del problema o dificultad atendida, se requiere
evaluar el potencial de cada idea y para ello, es necesario, establecer los
criterios con los cuales se realizará la evaluación y categorización de las
ideas preseleccionadas. Los criterios pueden ser: grado de viabilidad,
rentabilidad, sostenibilidad, aplicabilidad, potencial de implementación, etc.
Design Thinking
El Design Thinking fue desarrollado por la consultora
IDEO en 1991, es una metodología para desplegar y focalizar el potencial
creativo de las organizaciones. Se fundamenta en tres acciones principales: la
observación de las dificultades y las necesidades; la generación de soluciones y
prototipos a dichas necesidades; y la prueba de estas soluciones hasta lograr
una respuesta efectiva, que permita generar innovaciones pertinentes, con mayor
relevancia, y que tengan sentido y significado para los clientes y
consumidores. La metodología se estructura alrededor de cinco fases: comprender
el entorno, observar el mundo real, construir prototipos, evaluar y refinar prototipos
e implementar el nuevo concepto
En términos sencillos, es una disciplina que usa la
sensibilidad y los métodos del diseñador para hacer coincidir las necesidades
de las personas con lo que es tecnológicamente factible y con lo que una
estrategia viable de negocios puede convertir en valor para el cliente y en una
oportunidad de mercado. Para integrar el pensamiento de diseño en el ejercicio
de la innovación, la Harvard Business Review recomienda
1. Empiece por el principio. Involucre a los
pensadores desde el principio del proceso de innovación, antes de que se haya
establecido el rumbo. El design thinking le ayudará a explorar más ideas con
mayor rapidez de lo que usted podría hacer de otro modo.
2. Adopte un enfoque centrado en las personas.
Junto con las consideraciones tecnológicas y de negocios, la innovación debe
tomar en cuenta la conducta, las necesidades y las preferencias humanas. El
design thinking centrado en las personas captará conocimientos inesperados y
producirá innovaciones que reflejen en forma más precisa lo que quieren los
consumidores.
3. Pruebe desde el principio y con frecuencia.
Genere una expectativa de experimentación rápida y creación de prototipos.
Estimule a los equipos para crear un prototipo en la primera semana del
proyecto. Evalúe el progreso con un indicador como el tiempo promedio para
desarrollar el primer prototipo o el número de consumidores expuestos a los
prototipos durante la vida de un programa.
4. Busque ayuda externa. Expanda el
ecosistema de innovación buscando oportunidades para cocrear con los clientes y
los consumidores.
5. Combine proyectos grandes y pequeños.
Maneje un portafolio de innovación que se extienda desde las ideas
incrementales a corto plazo hasta las innovaciones revolucionarias a largo
plazo. Cuente con que las unidades de negocios impulsen y financien la innovación
incremental, pero esté dispuesto a iniciar una innovación revolucionaria desde
arriba.
6. Presupuesto al ritmo de la innovación. No
limite el ritmo al cual usted puede innovar por depender de ciclos
presupuestarios engorrosos. Esté dispuesto a reconsiderar su método de
financiamiento conforme los proyectos procedan y los equipos aprendan más
respecto de las oportunidades.
7. Busque el talento como sea posible. Algunas
personas con antecedentes más convencionales de diseño pueden encontrar
soluciones que superan sus expectativas. Incluso es posible capacitar a no
diseñadores que exhiben las características adecuadas para que se destaquen en
el design thinking.
8. Diseñe para el ciclo. En muchos negocios,
las personas cambian cada 12 o 18 meses. Sin embargo, los proyectos de diseño
pueden tomar más tiempo para pasar del primer día a su implementación.
Planifique las asignaciones para que los pensadores de diseño completen el
ciclo de inspiración, planificación e implementación. Experimentar el ciclo
completo construye un mejor criterio y crea grandes beneficios a largo plazo
para la organización.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario