sábado, 11 de marzo de 2023

¿Cuáles son los obstáculos del proceso de innovación en una organización?

 


La innovación tiene que ver con el cambio. La mayoría de la gente reacciona negativamente frente al cambio, sobre todo aquellos quienes están mal preparados. Además, cuanto más cómodos se sientan con su trabajo, menos dispuestos estarán a aceptar el cambio. Es importante ayudar a las personas a que estén conscientes de los bloques emocionales y motivacionales que impiden que apliquen su inteligencia a la vida cotidiana, y a eliminarlos: falta de motivación, falta de perseverancia y temor hacia el fracaso. Una gran cantidad de inhibición hacia la creatividad es simplemente el miedo que surge naturalmente cuando a uno se le solicita hacer algo por primera vez. 

Una organización rígida que pone demasiado énfasis sobre la manera en que las cosas se hacen aquí inhibe los intentos de los empleados para ensayar nuevas formas. El hecho de continuar usando un pensamiento convencional e incluso de aumentar la intensidad de su aplicación (es decir, obtener más hechos, realizar mediciones más exactas, hacer más estudios, ser más objetivo) como medio para mejorar la calidad y la cantidad de soluciones es tal vez la inhibición más grande para un pensamiento innovador. Las personas que luchan por hacer un buen trabajo se concentrarán en lo que funciona para ellas. Adoptan prácticas, las refinan, o tienen confianza en ellas y las vuelven suyas. La solución es promover una cultura en la cual el uso de ideas provenientes de cualquier fuente se vuelva parte de la disciplina en la solución de problemas de la compañía. La meta consiste en que los individuos “posean” las ideas incluso cuando éstas hayan sido generadas primero por fuentes externas. 

La percepción del ambiente de trabajo influye en los niveles de creatividad de las organizaciones. Todas las innovaciones inician con ideas creativas, de ahí emana la importancia de la creatividad. Los elementos que tienen una influencia positiva en la creatividad/innovación son (Shepherd, Ahmed, Ramos, & Ramos, 2012):

-         Apoyo organizacional: Una empresa que apoya a la innovación se caracterizaría por juzgar las ideas de manera justa y constructiva, recompensar y reconocer el trabajo creativo, desarrollar mecanismos para el generar nuevas ideas, tener una visión compartida de lo que la organización intenta hacer. Para que se dé la innovación, los empleados deben tener confianza en la gerencia y sentir que ésta los apoya. Esto se traduce en que los trabajadores tomen riesgos y no tengan temor de que se les sancionará en caso de que fracasen.

-         Apoyo del jefe inmediato: El jefe debe ser un modelo de cómo se trabaja, apoya el trabajo del grupo, establece metas apropiadas, valora las contribuciones individuales y muestra confianza en el grupo de trabajo.

-         Apoyo de los grupos de trabajo: Existe un grupo de trabajo diverso donde hay buena comunicación, y que está abierto a nuevas ideas, desafía de manera constructiva el trabajo de sus compañeros, confía y se ayuda mutuamente y se siente comprometido en el trabajo que realiza.

-         Libertad y recursos suficientes: Libertad para decidir qué trabajo llevar a cabo y la manera de hacerlo, así como tener un sentido de control sobre el trabajo propio. Es importante el acceso a recursos adecuados como fondos económicos, bienes materiales, lugar físico e información.

-         Trabajo desafiante: Se requiere un sentido de tener que trabajar duro en tareas retadoras y proyectos importantes que cuente con sistemas de recompensas. Las recompensas son un determinante para que se dé un comportamiento creativo en las organizaciones. La empresa debe incentivar y reconocer el trabajo creativo de las personas. Los sistemas de recompensas tienen que estar alineados para fomentar la innovación, de tal forma que los empleados sientan que aquélla es importante para la empresa. Para que un individuo esté motivado, debería haber: a) una clara relación entre su esfuerzo y su desempeño, de tal forma que tenga la convicción de que si se esfuerza alcanzará la meta; b) una relación clara entre el desempeño y la recompensa que obtiene, en este caso innovar; c) la percepción de que la recompensa alcanzada sea de valencia alta, es decir, ser valorada por el individuo.

Por otro lado, los elementos que inhiben a la creatividad/innovación son (Shepherd, Ahmed, Ramos, & Ramos, 2012):

-         Presión por la carga de trabajo: Hay presiones extremas de tiempo, expectativas poco realistas sobre productividad y distracciones para llevar a cabo un trabajo creativo. La carga excesiva de trabajo inhibe la creatividad de los individuos, pues los empleados que no disponen de tiempo y recursos para realizar el trabajo que se les asigne, les será menos probable exhibir comportamientos innovadores. Existe una relación negativa entre la carga de trabajo y la percepción de una cultura orientada hacia la innovación.

-         Barreras organizacionales: Se trata de una cultura organizacional que impide que se dé la creatividad, debido a problemas políticos internos, críticas severas a las ideas nuevas, competencia interna destructiva, aversión al riesgo y un énfasis hacia mantener el statu quo.




La importancia de la cultura y la estrategia en la innovación

La estrategia innovadora


La estrategia es el patrón de las decisiones de una compañía, que determina y revela sus objetivos y sus planes para alcanzar tales metas. La estrategia consiste en alinear los recursos internos con las oportunidades y las amenazas ambientales. La esencia de la administración estratégica está en el refuerzo y el mantenimiento de capacidades y recursos fundamentales, así como en la selección de estrategias y escenarios competitivos, de modo que tales capacidades y recursos tengan la posibilidad de desarrollar una ventaja competitiva sustentable. El proceso se diseña para minimizar las debilidades organizacionales y maximizar el apalancamiento sobre sus fortalezas (Shepherd, Ahmed, Ramos, & Ramos, 2012).

Mintzberg (1987) destacó que la estrategia no es planeada ni intencionada sino emergente. Las estrategias planeadas son estáticas e inhiben el aprendizaje, la innovación y la adaptabilidad. Una estrategia emergente permite el aprendizaje y la adaptación por medio de la naturaleza creciente de sus pasos estratégicos. No hay una estrategia que sea mejor para la innovación. Tales estrategias dependen de las circunstancias específicas de la organización. Para las compañías que son tomadoras de riesgos y que están orientadas hacia el futuro, la estrategia de una innovación como pionero es la más adecuada. En el caso de las empresas que tienen aversión por el riesgo y que son ricas en cuanto a recursos, una estrategia de seguidor sería más apropiada. Además, las estrategias de innovación no pueden ser estáticas. La naturaleza de la competencia en la innovación es altamente dinámica y evoluciona con el paso del tiempo (Shepherd, Ahmed, Ramos, & Ramos, 2012).

Con frecuencia observamos que el mercado cambia. Si el cambio es moderado, la estrategia antigua quizá sea suficiente para hacer frente al nuevo orden del mercado. Sin embargo, algunas veces las estrategias antiguas tal vez no resulten apropiadas para las circunstancias cambiantes del mercado. Podrían estar ingresando al mercado nuevos competidores, o bien, los anteriores quizá estén ampliando sus productos y evolucionando sus mercados, de tal modo que las estrategias que funcionaban bien en el pasado se vuelven obsoletas. Aquí, la función básica de la innovación es encontrar formas nuevas y originales de apalancar y ampliar las competencias actuales (Shepherd, Ahmed, Ramos, & Ramos, 2012).

Las organizaciones demuestran su intención de ser innovadoras a través de acciones específicas y la definición de procesos de innovación. Estas acciones incluyen:

-         identificar la innovación como un elemento de la estrategia de la empresa,

-         definir el enfoque de negocios desde la alta gerencia,

-         delimitar objetivos para el desarrollo de la innovación,

-         establecer una nomenclatura para la gestión de la innovación,

-         diseñar sistemas de incentivos a las acciones de innovación y hacer un compromiso financiero y de otros recursos necesarios para emprender la innovación como una iniciativa estratégica (Ortiz Pabón & Nagles García, 2013).


 El desarrollo de la tecnología sigue un patrón de ciclo de vida, a lo largo del cual necesitan adoptarse diferentes estrategias y enfoques para la administración. La tecnología rara vez se desarrolla o se usa por sí misma, con la mayor frecuencia se desarrolla y se fusiona con otras tecnologías para lograr innovaciones. La administración estratégica de la tecnología requiere que las empresas adquieran, administren y exploten la tecnología de una manera inteligente para construir posiciones de ventaja sustentables. La innovación no es un desafío estratégico sencillo. Una vez que se desarrolla, una innovación debe guiarse de forma cuidadosa mediante una gama de ataques competitivos y cambios de mercado. Ello requiere que la compañía cuente con diversas estrategias de innovación, que sean tanto agresivas como de protección.

Cuando una compañía asume el ejercicio de gestión de tecnología, cualquiera sea su estrategia, podrá apostarle de manera más segura a objetivos ambiciosos, como la ampliación de sus mercados, una mayor oferta de productos y/o servicios, actividades de innovación más sofisticadas, menores costos o una mayor diferenciación. De acuerdo con Porter, las empresas pueden optar por estrategias de diferenciación en la industria, estrategias de liderazgo en costos, diferenciación por orientación a un segmento y segmentación enfocada a liderazgo en costes. Según la dirección adoptada por la organización deberán aplicarse diferentes enfoques innovativos y de gestión tecnológica para apalancar la estrategia con las herramientas de creación de valor bien sea en los productos o en los procesos internos (Ortiz Pabón & Nagles García, 2013).

La cultura de la innovación


La cultura de una organización es el conjunto subyacente de valores, creencias, entendimientos y normas clave compartidos por los empleados. Estos valores y normas subyacentes pueden estar relacionados con el comportamiento ético, el compromiso, la eficiencia o el servicio al cliente, y ofrecen el pegamento para mantener juntos a los miembros de la organización. La cultura de una organización no está escrita, pero se puede observar en sus historias, slogans, ceremonias, forma de vestir y distribución de la oficina. Toda organización crea su propia cultura o clima, con sus propios tabúes, costumbres y usos. El clima refleja tanto las normas y valores del sistema formal como su reinterpretación en el sistema informal, así como las disputas internas y externas de los tipos de personas, de sus procesos de trabajo, de las modalidades de comunicación y del ejercicio de la autoridad dentro del sistema. Dichos sentimientos y creencias colectivos se transmiten a los nuevos miembros del grupo (Mejía, 2019).

La cultura organizacional está compuesta de fenómenos intangibles, tales como valores, creencias, suposiciones, percepciones, normas de comportamiento, artefactos y patrones de comportamiento. Es la fuerza invisible y no observable que esta siempre detrás de las actividades organizativas que se pueden ver y observar. La cultura es para la organización lo que la personalidad es para el individuo: un tema oculto, pero unificador, que proporciona significado, dirección y movilización. Una cultura organizacional solida controla el comportamiento organizacional, por ejemplo, una cultura organizacional puede impedir que una organización realice cambios necesarios para adaptarse a las nuevas dinámicas del mercado o las nuevas tecnologías de la información. Para entender o predecir como se comportará una organización en diferentes circunstancias, se debe conocer y comprender los patrones de supuestos básicos. Cada cultura organizacional es diferente por varias razones:

-         Lo que ha funcionado repetidamente para una organización puede no serlo para otra, por lo que las suposiciones básicas difieren.

-         La cultura de una organización está determinada por muchos factores, entre los que se incluyen, por ejemplo, la cultura social en la que reside; sus tecnologías, mercados y competencia; y la personalidad de su fundador (es) o lideres tempranos dominantes.

La innovación depende fundamentalmente de la gente. Los individuos son creativos e inventores cuando se espera que sean innovadores, cuando se les brindan los recursos para serlo y cuando se les recompensa por sus innovaciones. Muchas culturas empresariales tienen un efecto negativo sobre la innovación, para fomentarla, las empresas deben adoptar procesos ofrezcan un espacio mental donde enraizar las nuevas ideas. Para ello, se requiere de una cultura abierta: una cultura que comparta en forma extensa su conocimiento y sus recursos con toda la empresa. A medida que las compañías crecen en tamaño, encuentran que se requieren estructuras para el proceso de innovación y de creatividad. Tales organizaciones se deben proteger contra estructuras y sistemas que entorpezcan las nuevas formas de pensar y de hacer las cosas. Tienen que implementar procesos estructurados que garanticen que haya tiempo, espacio y recursos adecuados para diseminar, crecer y desarrollar ideas hasta hacerlas florecer (Mejía, 2019).

En las organizaciones se deben identificar, prever y superar en forma activa las barreras culturales de la innovación. Los encargados de la innovación deben comprender el comportamiento social de los diferentes grupos de interés (clientes, empleados u otros) y aprender a administrar el efecto (positivo o negativo) de estos comportamientos en el proceso de innovación. También deben valorar las contribuciones de todos los participantes y comunicarse en forma honesta para el establecimiento de la estrategia y la dirección (establecimiento de visión) del negocio. Es indispensable que se identifiquen las barreras para la gestión de la innovación y se establezcan las acciones necesarias para aprovechar las contribuciones de los grupos de interés (Shepherd, Ahmed, Ramos, & Ramos, 2012).

¿En qué consiste el brainstorming y el design thinking?

 

Brainstorming

La tormenta de ideas o Brainstorming es una de las herramientas más conocidas y utilizadas por las organizaciones en la generación de ideas creativas en sus procesos innovadores. Fue desarrollada por Osborne en 1963, reconocido experto en publicidad. El Brainstorming requiere de la conformación de equipos de trabajo de entre 6 y 10 personas con perfiles diversos para evitar la convergencia y focalización durante la ejecución del proceso. El propósito es que los participantes generen el mayor número posible de ideas en un periodo de tiempo corto, entre 30 y 45 minutos. Para lograr una mayor efectividad se deben establecer al menos tres roles, a saber: un monitor que coordina las acciones y actividades del equipo, un relator que toma nota de las ideas expuestas y los demás integrantes que generan las ideas (Ortiz Pabón & Nagles García, 2013)

Una vez generadas y listadas, se procede al estudio de las ideas. Todas las ideas son evaluadas y analizadas para establecer el potencial de cada una. Este proceso debe estructurarse se modo que se definan los criterios de análisis de las ideas, y se establezcan las pautas que se utilizaran para el estudio, apreciación y valoración de las ideas producidas. Mediante un proceso de análisis, se examinan las bondades y potencialidades de cada idea para seleccionar las más relevantes, pertinentes y significativas en la solución del problema o dificultad abordada. Para la realización del proceso de análisis se sugiere aplicar técnicas complementarias como preguntas divergentes y matrices de clasificación para las ideas estudiadas. Finalmente, se organizan las ideas de acuerdo con su importancia y relevancia, según los criterios establecidos, para seleccionar las ideas con mayor potencial  (Ortiz Pabón & Nagles García, 2013).

Una vez elegidas las ideas más relevantes y significativas como opciones para la solución del problema o dificultad atendida, se requiere evaluar el potencial de cada idea y para ello, es necesario, establecer los criterios con los cuales se realizará la evaluación y categorización de las ideas preseleccionadas. Los criterios pueden ser: grado de viabilidad, rentabilidad, sostenibilidad, aplicabilidad, potencial de implementación, etc.  (Ortiz Pabón & Nagles García, 2013)

 

Design Thinking

El Design Thinking fue desarrollado por la consultora IDEO en 1991, es una metodología para desplegar y focalizar el potencial creativo de las organizaciones. Se fundamenta en tres acciones principales: la observación de las dificultades y las necesidades; la generación de soluciones y prototipos a dichas necesidades; y la prueba de estas soluciones hasta lograr una respuesta efectiva, que permita generar innovaciones pertinentes, con mayor relevancia, y que tengan sentido y significado para los clientes y consumidores. La metodología se estructura alrededor de cinco fases: comprender el entorno, observar el mundo real, construir prototipos, evaluar y refinar prototipos e implementar el nuevo concepto (Ortiz Pabón & Nagles García, 2013).

En términos sencillos, es una disciplina que usa la sensibilidad y los métodos del diseñador para hacer coincidir las necesidades de las personas con lo que es tecnológicamente factible y con lo que una estrategia viable de negocios puede convertir en valor para el cliente y en una oportunidad de mercado. Para integrar el pensamiento de diseño en el ejercicio de la innovación, la Harvard Business Review recomienda (Brown, 2008):

1. Empiece por el principio. Involucre a los pensadores desde el principio del proceso de innovación, antes de que se haya establecido el rumbo. El design thinking le ayudará a explorar más ideas con mayor rapidez de lo que usted podría hacer de otro modo.

2. Adopte un enfoque centrado en las personas. Junto con las consideraciones tecnológicas y de negocios, la innovación debe tomar en cuenta la conducta, las necesidades y las preferencias humanas. El design thinking centrado en las personas captará conocimientos inesperados y producirá innovaciones que reflejen en forma más precisa lo que quieren los consumidores.

3. Pruebe desde el principio y con frecuencia. Genere una expectativa de experimentación rápida y creación de prototipos. Estimule a los equipos para crear un prototipo en la primera semana del proyecto. Evalúe el progreso con un indicador como el tiempo promedio para desarrollar el primer prototipo o el número de consumidores expuestos a los prototipos durante la vida de un programa.

4. Busque ayuda externa. Expanda el ecosistema de innovación buscando oportunidades para cocrear con los clientes y los consumidores.

5. Combine proyectos grandes y pequeños. Maneje un portafolio de innovación que se extienda desde las ideas incrementales a corto plazo hasta las innovaciones revolucionarias a largo plazo. Cuente con que las unidades de negocios impulsen y financien la innovación incremental, pero esté dispuesto a iniciar una innovación revolucionaria desde arriba.

6. Presupuesto al ritmo de la innovación. No limite el ritmo al cual usted puede innovar por depender de ciclos presupuestarios engorrosos. Esté dispuesto a reconsiderar su método de financiamiento conforme los proyectos procedan y los equipos aprendan más respecto de las oportunidades.

7. Busque el talento como sea posible. Algunas personas con antecedentes más convencionales de diseño pueden encontrar soluciones que superan sus expectativas. Incluso es posible capacitar a no diseñadores que exhiben las características adecuadas para que se destaquen en el design thinking.

8. Diseñe para el ciclo. En muchos negocios, las personas cambian cada 12 o 18 meses. Sin embargo, los proyectos de diseño pueden tomar más tiempo para pasar del primer día a su implementación. Planifique las asignaciones para que los pensadores de diseño completen el ciclo de inspiración, planificación e implementación. Experimentar el ciclo completo construye un mejor criterio y crea grandes beneficios a largo plazo para la organización.


¿Qué es el pensamiento lateral y cuáles son sus características?

 

La creatividad está rodeada de un aura mística, a la manera de un talento misterioso. Cada vez se valora más la creatividad como factor de cambio y de progreso. Ante un resultado creativo sólo puede sentirse admiración, pero un proceso creativo puede ser aprendido y usado conscientemente. Para poder hacer pleno uso de la creatividad es preciso considerarla como un modo de emplear la mente y manejar información. Tal es la función del pensamiento lateral (De Bono, 1970).

El pensamiento lateral está íntimamente relacionado con los procesos mentales de la perspicacia, la creatividad y el ingenio. Todos ellos tienen la misma base, pero se diferencian en que mientras estos tres últimos tienen un carácter espontáneo independiente de la voluntad, el pensamiento lateral es más susceptible de ser determinado por la voluntad consciente. Se trata de una forma definida de aplicar la mente a un tema o problema dado, como ocurre con el propio pensamiento lógico (De Bono, 1970).

El pensamiento lateral tiene como fin la creación de nuevas ideas, y como función la liberación del efecto restrictivo de las ideas anticuadas. Ello conduce a cambios de actitudes y enfoques, a la visión diferente de conceptos inmutables hasta entonces. En el pensamiento lateral la información se usa no como un fin en sí misma, sino como medio para un efecto determinado; se emplean a menudo como punto de partida planteamientos erróneos para llegar a una solución, al contrario del pensamiento vertical, en el que dicho procedimiento se descarta por principio (lógica, matemática). En el pensamiento lateral se busca a veces información que nada tiene en común con el problema que se estudia; en el pensamiento vertical sólo se busca lo que está relacionado con dicho problema. En el pensamiento vertical importa ante todo la corrección lógica del encadenamiento de las ideas, para seleccionar un camino mediante la exclusión de otros caminos y bifurcaciones. En este enfoque se selecciona lo más prometedor para la solución de un problema; mientras que en el pensamiento lateral se buscan nuevos enfoques y se exploran las posibilidades de todos ellos (De Bono, 1970).

El pensamiento lateral no pretende sustituir al pensamiento vertical: ambos son necesarios en sus respectivos ámbitos y se complementan mutuamente; el primero es creativo, el segundo selectivo. El pensamiento lateral aumenta la eficacia del pensamiento vertical, al ofrecerle nuevas ideas para su elaboración lógica. Puede decirse que el pensamiento vertical confiere mayor profundidad a un hoyo ya iniciado. En cambio, el pensamiento lateral inicia un nuevo hoyo (De Bono, 1970). Algunas diferencias entre los dos pensamientos se presentan a continuación:

Pensamiento vertical

Pensamiento lateral

es selectivo, sigue los caminos más evidentes

es creador, sigue los caminos menos evidentes

se mueve sólo si hay una dirección en que moverse

se mueve para crear una dirección

es analítico, es un proceso finito.

es provocativo, un proceso probabilístico

se basa en la secuencia de las ideas

puede efectuar saltos

cada paso ha de ser correcto

Se pueden cometer errores

se usa la negación para bloquear bifurcaciones y desviaciones laterales

no se rechaza ningún camino

se excluye lo que no parece relacionado con el tema

se explora incluso lo que parece completamente ajeno al tema

las categorías, clasificaciones y etiquetas son fijas

las categorías, clasificaciones y etiquetas no son fijas

Las principales características del pensamiento lateral son:

1.     Tiene como objetivo el cambio de modelos: en vez de basar su acción en la combinación de modelos, como hace el pensamiento lógico, el pensamiento lateral trata de descomponer las estructuras de los modelos con el fin de que las diferentes partes de éstos se ordenen de forma distinta.

2.     Es a la vez una actitud mental y un método para usar información: no acepta la rigidez de los dogmas, rechazando la subordinación del pensamiento al uso y combinación de modelos rígidos. Constituye en sí un método de estructurar la información de forma diferente.

3.     Prescinde de toda forma de enjuiciamiento o de valoración: no enjuicia ni calcula la validez o efectividad de los modelos existentes, intenta sólo contrarrestar la rigidez con que se han formado.

4.     Se basa en las características del mecanismo de manipulación de la información de la mente: descompone los modelos establecidos para liberar la información que contienen. Estimula la formación de nuevos modelos por yuxtaposición de datos provenientes de otras fuentes.